miércoles, 2 de mayo de 2007

Un Fax de Arriba

Un fax de arriba

Hoy el mar y yo volvimos a hablar... hacia mucho que no andaba por esos rumbos. Que irónico vivir en la costa y no pasar mas tiempo en el mar. La nave nodriza me puso un fax: me llaman, hay un mensaje esperando en el aire. Y ahí voy presta. Pero al llegar no recibí mensaje. El oleaje, tranquilo, no auguraba calamidades o reclamaba algún error cometido. El cielo estaba gris, pero no había tristeza ahí. Y no tardo en tomar un tono naranja dorado, anuncio de que el día estaba por terminar. Debe ser la interferencia, me digo. Aun tengo en mi mente la música que escuchaba mientras caminaba hacia la playa. Esa interferencia no me permite recibir el mensaje. Pronto, el sonido del vaivén de las olas inunda mis oídos, ya no hay música en mi mente, solo el mar. Cierro los ojos y ese sonido se intensifica. Ahora estoy aquí. Ahora estoy en sintonía… cual era el mensaje? No hay mensaje esta vez, solo el mar, las rocas, esta playa y yo. Solo tranquilidad. Que raro, que chistoso, siempre he venido a esta playa a buscar consuelo, a sacar mi rabia, a tomar fuerzas, a liberarme del dolor a escondidas… pero hoy, estoy tranquila, no he venido corriendo a la búsqueda de mi refugio…
…¡ESO ES….! caray! (respiro), estoy aquí para dar Gracias. Soy como esos ingratos que solo van a su templo cuando hay fiesta o necesitan pedir algo o por alguien. ¿Qué hay del resto del tiempo? cuando todo esta bien. GRACIAS!!! He recibido muchas bendiciones, la más importante: esta tranquilidad, esta Paz. Claro que mi vida no esta resuelta, pero el aire fluye con facilidad a través de mi nariz. Eso es lo importante. Aquí mismo recibí muchas promesas de esa voz que ahora enmudece, y las he visto cumplirse todas. Pero poco a poco. Ahora recuerdo haber pedido esta paz, esta tranquilidad, esta libertad que ahora disfruto. Y las obtuve, pero no gratis. Tuve que pagar un doloroso precio. Ya dije Gracias?
Finalmente escucho al mar… me habla de la tolerancia y la paciencia No soy ni lo uno, ni lo otro. Me dice, corta la soga… confia! Todas las veces que has cerrado los ojos y te has dejado caer hacia atrás, las cosas han salido mejor de lo que esperabas. Cuando aprenderás a confiar…? Mensaje recibido.

Escrito el 27 de julio de 2006

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